Comienza el año con buenas expectativas, los estudios progresan, la vida social sigue en auge y estoy con una chiquilla que completa mis sentimientos... Quién me iba a decir, que volvería tan pronto a la realidad....
Tras la pausa que me ha otorgado el destino, en la que he conseguido saborear mi vida plena, vuelvo a la cruda realidad en la que vivir es una agonía lenta por la que tengo que dejarme llevar día tras día. Durante mi sueño que ha durado a penas 2 semanas en total, he sido feliz, he tenido momentos en los que he estado viviendo con alegría, no me quería dormir, porque no quería que acabase el día, ya que disfrutaba al máximo cualquier cosa que hiciese...
Ahora, vuelvo a lo de siempre, vuelvo a no querer seguir viviendo, a no querer seguir sufriendo, pero es lo único que puedo hacer, sufrir más y más... La parte más dura de este sufrimiento es cuando me doy cuenta de que no puedo contar con nadie en esta vida para intentar saber cómo mejorar (salvo los profesionales, que intentarían "hacerme querer más, aumentar mi amor propiio, etc". No tengo a nadie con el que compartir mis penas, mis alegrías sí, a mucha gente, pero mis penas reales como las de ahora, me las como en soledad.
Sin embargo preguntad a mi familia, ellos os dirán que estoy bien, que no me pasa nada, ya que ni siquiera puedo mostrar mi verdadero rostro con ellos, necesito una persona que me complete (como pensaba que tenía hasta hoy...) para poder olvidar esas penas y poder ser feliz y disfrutar de la vida nuévamente.
Sigo en venta, pero lo malo, es que sigo en venta literalmente, donaré mis órganos, a ver si alguien puede ser feliz con ellos..........
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