jueves, 19 de noviembre de 2009

Esperandote

Sigo esperándote, dime al menos si vas a venir, mándame una señal, por minúscula que te parezca, una señal conseguirá realzarme las esperanzas, al menos eso...

Sigo sentado a la orilla del extenso mar, la luna, en lo alto del cielo, se refleja a lo lejos, su luz ondea al son de las olas y yo la observo absorto en mis pensamientos, me siento solo, la gente pasa por detrás de mí, sonriendo y en familia, algo que jamás llegaré a formar. A veces vuelvo mi mirada hacia el paseo y los veo felices, eso me hace sonreir, pero a la vez me acuerdo que sigo esperándote, me vuelvo al mar y sigo el movimiento de la Luna.

Cada mañana la paso en un estado de letargo, tan sólo despierto un poco por las noches, es cuando consigo ver con mayor claridad en lo que me estoy convirtiendo, de vez en cuando llega alguien y habla conmigo, en esos momentos soy feliz, me siento arropado, pero luego se marcha dejándome tirado y mi mente vuelve a pernoctar sin rumbo fijo, pensé que eras tú y otra vez he resultado ser engañado.

Cuánto tiempo podré seguir aguantando no lo sé, cada vez tengo menos ganas de seguir con esto, quiero irme con la Luna, nadar por el océano hasta conseguir alcanzarla, quizás mi destino esté sellado a fuego en mi alma y por eso tenga que seguir solo para siempre, vivir mi vida en soledad es algo que jamás he querido, sin embargo cada día que pasa, miro menos al paseo, sonrío menos y sufro cada vez más.

Mi límite está cerca, lo sé, ya no creo que vengas a buscarme, no creo que pueda encontrarte, mi vida sin ti no tiene sentido, ¿hay alguna razón para seguir viviendo? Yo no la veo, lo siento por mi familia, ellos me quieren, mis padres, mi hermana, ... Pero no puedo seguir con esta farsa, mi vida carece de sentido, estoy perdido totalmente, así que, no sé qué hacer...

Me despido, no sé hasta cuándo, pero hoy no puedo ni siquiera seguir escribiendo, te necesito porque TE QUIERO. Ojalá pudieses leer esto algún día, ojalá me hubiese atrevido a decírtelo antes.... Adiós

FDO. Un ser cada vez menos humano, más muerto que vivo